domingo, 19 de abril de 2015

Algunos días inertes.

Muy despacio, poco a poco y con gran recelo, va vislumbrando la otra orilla y aunque no puede moverse, se da cuenta de que la amenaza del olvido y la perdida aún no se han cumplido al reconocer sobre la distancia borrosa del agua esos viejos álamos meciendo sus crestas paralelas y tras ellos aún pudo adivinar ascendiendo el humo sucio de alguna chimenea.
Ni el tiempo ni el lugar importan, el único oficio que le ocupa es contener todas las duda con las escasas herramientas que aún guarda en su cabeza.
No encuentra  respuestas y si las halla son exiguas e incoherentes, pero al sentir una caricia y oír una voz que le arrulla se consuela definitivamente.
Ahora estoy en casa.





jueves, 9 de abril de 2015

Siluetas.



Antes de que me venza el sueño,
y todo se desvanezca,
las rutinas de siempre.
Fumar un cigarro,
lavarme los dientes,
apagar las luces
mirar despacito por la ventana
buscar la luna,
trenzar la trenza,
rizar el rizo,
esperar que vengas.
Mirar por la ventana.