Tan solo un saludo, simplemente levanto la mano desde lejos y hago una pequeña mueca de aprobación. Sigo siendo demasiado tímido. He dejado la puerta abierta y me fascina que alguien entre a husmear a casa, me irrita el atrevimiento, sin embargo esto es público y si lo puse o expuse aquí no es sino para vencer mi terca soledad interior.
Sea pues. Se bienvenido.
domingo, 19 de abril de 2015
Algunos días inertes.
Muy despacio, poco a poco y con gran recelo, va vislumbrando la otra orilla y aunque no puede moverse, se da cuenta de que la amenaza del olvido y la perdida aún no se han cumplido al reconocer sobre la distancia borrosa del agua esos viejos álamos meciendo sus crestas paralelas y tras ellos aún pudo adivinar ascendiendo el humo sucio de alguna chimenea. Ni el tiempo ni el lugar importan, el único oficio que le ocupa es contener todas las duda con las escasas herramientas que aún guarda en su cabeza. No encuentra respuestas y si las halla son exiguas e incoherentes, pero al sentir una caricia y oír una voz que le arrulla se consuela definitivamente. Ahora estoy en casa.
En las orillas siempre corre la brisa.
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