jueves, 28 de febrero de 2013

Nada.




Desciendo hacia el olvido

cabalgando sobre este animal

que con su penoso andar me soporta.
Voy sujeto a la condena impuesta del avance

a sabiendas de que el regreso no existe.

Desciendo quemando días y noches

sujetando los pocos recuerdos que queden.

Seré solo un vacío impensable,

no habrá imaginación ni fantasía capaz de intuirme
más allá de la insignificancia de la Nada.

martes, 19 de febrero de 2013

Humo




Los poemas que nunca escribiré
se han convertido en humo,

palabras arrojadas al vacío del fuego
pero no al caos.

Nunca el caos fue el camino equivocado. 
(sospecho que morir consiste
en el caótico reparto del espíritu entre otros). 


volutas de humo que se disuelven sin desaparecer del todo.
Humo caliente y blanco
lleno de palabras de distintos colores.
que hacen estremecerse lo revivido,
lo excesivo del pasado.
(Jamás seremos todo lo que somos).
Humo que llega a cualquier sitio sin mapas ni señales
y  se escapa de todas partes
como el agua entre los dedos,
como ese tiempo arenoso que también se va.
Extraña luz la de los poemas
que tan breve ilumina hacia adentro
y en esa noche nos arrastra
lejos de todo como un ser desbocado.
siguiendo solo aquellas palabras arrojadas
a esa distancia imposible de calcular.
como el secreto que nos confía la lágrima
cuando con sólo verla estás en el secreto.
(Lo definitivo de la muerte
es lo que queda cuando ya se ha ido)





lunes, 18 de febrero de 2013

Cierto planeta absurdo.






Aquí es donde todas las flores al atardecer mueren,
El miedo no es un planeta extraño 
los infinitos olores de la lluvia se los llevan pájaros negros

 ¡Qué extraña esencia al abrigo de una espera
que se convierte en música!.


Mientras los labios se besan
con una temperatura muy breve
en una calle sin pasos,

sin prisas,
hombres y labios esclavos de la muerte
que apagará sus recuerdos, 
buscando mares que desemboquen a la vuelta de unos ojos
porque ni los besos ni los lazos son eternos.

El miedo es un planeta absurdo pero cierto.





domingo, 17 de febrero de 2013

Errores comunes.







Manejar la vida es demasiado complicado si uno se la toma en serio.
Después de este gran desperdicio, lo reconozco.

Reconozco lo inútil de las inquietudes, de los anhelos,
y de todo este tiempo vivido sin ver.
No vi que se escapaban los años de tus ojos,
que partieron como pájaros huyendo por viejas iglesias.

Reconozco la soledad amansada de tus labios
que ya no estallan ni con el dolor,
ni con la tristeza salada de los besos que te di.

Reconozco tener sed de latidos propios,
sed de una piel suspicaz al roce de las caricias
de alguien que alumbrase más allá.

Reconozco haber querido vivir una vida que pudo ser de otro.
Reconozco mi error.



viernes, 1 de febrero de 2013

Los caminos de vivir




No quiero tener clavado este recuerdo en la conciencia.
Ni verme con la gélida mirada del reproche.
No seré un remordimiento eterno incapaz de urdir el olvido,

una  luz  muerta sin haber dibujado sombras.

Mientras voy digiriendo esta cruda realidad
sin condimentos que alivien su amargor,
he llenado con nieblas de fantasía
todos mis  pasados y futuros.


Se escaparan los placeres amparados por el cuerpo.
La conciencia, con voz trémula de madre muerta,
nos arrullará evitando la tentación.
Nos va meciendo al compás de esa nana eterna,
que nunca oímos al principio
y suena atronadora al final.

Mi única victoria será vivir, 
seguir avanzando sin rumbo, sin patrón,
sin madre, ni conciencia.

Sin despreciar un solo instante de gozo
ni perder una gota de lluvia,
ni una risa, ni una caricia.

Por este don de vivir hasta donde todos los viejos,
saben llegar solos.

(para Patricia)