lunes, 21 de septiembre de 2015

21 de septiembre



Otra vez lunes, el mismo reflejo de la noche va declinando, sin que la luz de la lámpara pueda delimitar, en este amanecer de otoño, una franja distinta entre noche y día. 

Luz de veintiuno de septiembre, sin sombra, sin calor, sin ti. 

Y aquí estoy como alma en pena, sometido por la mansedumbre con que se levanta la mañana, respetando este doloroso silencio que marca tu ausencia.

Cierro los ojos y así me adormezco un poco, sumido en esa misma quietud que me trae tu recuerdo, hasta que el recuerdo se empaña, igual que se empaña el cristal de este ventanal de lunes por el que al pasar el dedo siempre se queda tu nombre escrito.


 

martes, 1 de septiembre de 2015

Autorretrato.


Observen,
Miren atentamente a ese hombre.
Está hundido en el desaliento de verse a sí mismo.
En la escena se aprecia un silencio vibrante,
silencio como el que excita a los niños cuando salen los payasos.
como el runrún de la última esperanza en una apuesta perdedora
como el silencio que asfixia lo espontaneo en una risa.
El hombre se observa con su propio delito,  
y a pesar de la seriedad que aparenta, 
se ríe del cansancio que reposa sobre todas las  horas perdidas,
de las cicatrices que le dejaron los años pero que ya enterró
en la tumba de los tiempos muertos, de la Nada y del Olvido,
ese único lugar donde sabe que nunca mas serán visibles..

Tan solo le quedan unas pocas palabras de consuelo
que se van convirtiendo en un purgatorio
donde puede redimir todo aquello que vieron sus ojos.