sábado, 8 de octubre de 2016

Papel couché


En esta que es mi historia, lo suyo sería que yo fuera el protagonista, de otra manera ¿qué sentido tiene la vida?.
Pero desde que descubrí el cine con sus bellas mujeres, sus galanes, y esos héroes de deslumbrante inteligencia, los  reality shows y la prensa amarilla; he dejado de ser el protagonista  de mi propia vida. Me quedo simplemente como un espectador de vidas ajenas.

Por suerte, existen toda clase de personajes y algunos de ellos me interesan  más que yo mismo, incluso, en el mayor arrobamiento del sentimiento, he llegado a quererlos con tal intensidad y fruición que ni siguiera tengo la necesidad de ser correspondido.
Creo que en  mi, la  propiedad de ser humano que me caracteriza ya ha comenzado a morir por indiferencia hacia este futuro que está definido por el tremendo anonimato al que me somete. Un futuro donde nadie sabrá que soy y a nadie le importará este personaje secundario que solo sabe escenificar alguna que otra pena.

Queda plenamente certificado que comparándome con esos héroes soy escoria, metal base. No soy redimible No le sirvo de nada a nadie, carezco de valor.
Demasiado pálido, demasiado frío, demasiado flojo, demasiado asustado.

La belleza de este mundo de papel couché no me quiere.

Lo peor, es que todo esto que escribo podría ser una broma, salvo por el hecho de ya no queda nadie real para verle la gracia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por sus comentarios.