No pretendo comprender porqué hago ciertas cosas y no otras, eso es algo que me la trae al pairo. Si lo hago, será por algo. No busco explicaciones.
Ya sé, ya sé, todos dicen que tengo suerte. Que mi trabajo es bueno con bastante tiempo libre y buen sueldo, que tengo una buena casa aunque todavía no la haya pagado. Y que mi mujer es de lo mejor que hubo nunca en nuestro barrio.
No tengo queja de nada de eso, lo más probable es que toda la inconformidad y mala hostia que acumulo sea por mi mismo.
Voy a descubrirme, me quito el sombrero al oír la frase de Galileo "La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo".
Ese es mi principal problema, no me conozco a mi mismo, tengo que reflexionar sobre esto.
No lo haré hoy, lo apunto en el mogollón de cosas pendientes para hacer el resto de mi vida.
Conocerme a mi mismo, buen propósito para empezar el nuevo año.
Ayer empecé a tomar notas en un cuadernillo de muelle con papel cuadriculado y áspero.
Lo primero que escribí en él seguramente influenciado por la textura del papel fue lo siguiente:
Soy áspero e irascible.
No eso no es del todo cierto, debo de anotar, a fuerza de ser sincero, que la aspereza y la irascibilidad la tengo de puertas para dentro, con la gente de casa con el resto soy todo lo contrario. Lo que es peor es que no me cuesta trabajo ser amable y comprensivo con los desconocidos o con los amigos que por cierto a pesar de no ser muchos los conservo desde hace años.
Digo yo que eso será por la educación que he recibido en la escuela o por la que me dieron en casa o tal vez por esta manía que tengo por empatizar con todo dios.
Parece que lo mejor de uno mismo es la apariencia. No estoy de acuerdo con esta postura pero si creo que esa es la que predomina en mí y en mi entorno, mis padres y mis hermanos principalmente.
Parece que lo mejor de uno mismo es la apariencia. No estoy de acuerdo con esta postura pero si creo que esa es la que predomina en mí y en mi entorno, mis padres y mis hermanos principalmente.
Vamos aparentando que las cosas que nos molestan, realmente no nos molestan, o que no existen los problemas que realmente siempre han existido.
No tenemos escape más que de puertas hacia dentro.
En realidad, no me he averiguado si soy o no soy áspero. Tengo que apuntar en ese cuadernillo otra cosa más sobre mi carácter. Soy volátil e indeciso.
Ahí si que estoy seguro. No sé lo que quiero, lo que necesito o lo que me conviene.
Siempre me he dejado llevar. Incluso en los restaurantes, las pocas veces que he ido, siempre he pedido lo mismo que alguno de los otros,
Es posible que eso sea inseguridad.
Inseguro, si, eso también lo voy a apuntar porque es verdad.
Joder soy un dechado de virtudes, Áspero, volátil, indeciso e inseguro. Debería de plantearme buscar cosas buenas, alguna virtud, o cualidad de la cual me pueda enorgullecer….
Coño, resulta que también soy vanidoso o engreído…. Hostias eso si es verdad. Me gusta que me adulen que los otros piensen bien de mí.
Estoy empezando a ponerme nervioso, siempre he pensado que toda la gente era parecida, o igual pero ahora creo que este punto lo debería consultar con un psicólogo, o psiquiatra….
Después de escribir otro día en el cuaderno realmente descubro un ser espantoso. He hablado de ello con Lucia. Ella dice que tengo razón que soy bastante despreciable. Sin embargo ella aquí está.
Cuando le he preguntado porqué seguía aguantando a un ser tan repulsivo como yo, me ha contestado que no sabía.
Otra misión será descubrir como es Lucia. Tampoco lo sé y me llena de curiosidad tener que descubrir a estas alturas que hacemos juntos. O lo que es peor descubrir lo que hayamos hecho ya.
No se, que va a pensar mi hijo cuando sepa que es fruto de un ser despreciable con una mujer desconocida.
Existiría al menos el amor en algún instante.
Vamos a decir que sí. Lo que pasa es que ya no me acuerdo de eso. O tal vez debería apuntar en el cuaderno “Embustero”.
Esta mañana caminando hacia el trabajo me preguntaba por el resto de las personas que se cruzaban por mi camino, por la gente que vivía en mi barrio. Por las voces que se salían por alguna de las muchas ventanas todas alineadas e iguales que componían fachadas horribles de aquellos edificios grises llenos de gente gris, desconocida.
Yo también grito a menudo, sobre todo cuando discuto con Lucía.
Me avergüenzo de ello. Pero por lo menos no volveré a escribir la palabra irascible dentro de mi cuaderno de papel áspero como yo.
O, tal vez debería poner dos veces la palabra iracundo recalcando la cantidad de mala leche que se acumula en mi interior.
Pero eso es, pienso, porque no tengo otro escape mas que dentro de casa, con aquellos a los que más y mejor me soportan.
En este sentido quiero cambiar, lo que pasa es que es muy difícil. Ahora Lucía desconfía de mi, no cree que una persona como yo cambie de la noche a la mañana.
El sábado pasado intenté ir a pasar el día fuera de casa con Hugo, Ir los tres solos a una pequeña aldea que a ella siempre le gustó. Pero ella se negó, la excusa fue cojonuda. Que qué íbamos a hacer allí los tres solos.
He de reconocer que su negativa me dejó perplejo, pero lo que mas me sorprendió fue su argumentación: ¿Qué vamos ha hacer allí los tres solos?
Esto nada más puede interpretarse de una forma. Ella ya no quiere estar conmigo. Se sacrifica lo justo pero no más de lo necesario.
Lucía necesita un estimulo. Mañana la comprare ese perrito que siempre quiso tener.
Un foxterrier de pelo duro. Mañana la sorprenderé a ella y a mi mismo, porque esta va a ser la primera vez que intento solventar uno de mis mayores defectos, miraré por lo que le gusta a los demás.
Una norma de lo más básico y que siempre, siempre sin querer olvido. Pongamos en el cuaderno que también soy egoísta pero esto lo voy a poner entre comillas. A mí me interesan los demás, pero sinceramente tengo que decir que no demasiado.
Vamos que me dan un poco lo mismo, realmente sólo me afecta cuando su estado de ánimo repercute sobre mí, su pesar, su mal humor, su depresión no me causa indiferencia cuando altera alguno de mis planes pero no puedo negar que en general paso. (tampoco puedo decir que le de importancia, pero me afecta).