martes, 1 de diciembre de 2015

Esta absurda obligación de complicarnos la vida.



Nunca ha habido necesidad de crear visiones de lugares venideros si sabemos que siempre estarán lejos (como todo ideal que se precie). Ni tampoco hubo felicidad alguna (y de eso estoy convencido) que se haya conseguido huyendo, aún cuando a cada paso que demos, la razón nos diga que debemos seguir escapando incluso más allá de los sueños.

La única vocación ineludible, el único mandamiento de todo ser vivo, será vivir sin agobios ni tormentos,  tener como única fijación y deseo lo menos oculto y más transparente o si lo prefieren lo más sencillo y simple.

Las cosas son como son, no hay que darle mas vueltas. No pretendan ustedes huir de sus pasos, ni besar sus propios labios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por sus comentarios.