miércoles, 31 de agosto de 2016

Para cuando todo se pierda.






Ahora, cada vez que entro en esta casa, lo hago con cierta prevención.
Cierro la puerta despacio, sin hacer ruido para no sobresaltar a esta soledad que como perro fiel me espera.
Antes de adentrarme en el salón, escucho atentamente,  pero sin esperanza, por si quedara un eco de algún susurro, o se oyeran unos pasos furtivos.

Me tumbo en un sillón que se recrea en mis recuerdos.
Extiendo mi brazo en su brazo esperando encontrar caricias donde antes las hubo. Aspiro su aire por si estuviera manchado con ese perfume que tanto me gusta,  y allí tumbado comienzo un entretenimiento que consiste en poner nombres a los lugares que visité, colocar cada hora vivida en su sitio, y cada luna llena en los huecos que fueron dejando las nubes.
Intento que nada se olvide porque perder la memoria, no es más que un ensayo para cuando todo se pierda.

Luego me quedo dormido.


6 comentarios:

  1. Dicen que la Luna tiene WiFi, consigue la contraseña. Yo ya la tengo.

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  2. A veces los que nos rodean, nos traen recuerdos a la memoria que ya habíamos olvidado. y cada uno ayuda a reconstruir el puzzle de lo que fuimos o aquello que vivimos. Y eso trae un soplo de vida.

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    1. Tiene usted razón. Los recuerdos vengan de donde vengan, siempre nos traen un soplo de vida.
      Lo peor, es que algunas veces, nos empeñamos en recordar lo que ya está olvidado y corremos el riesgo de creer lo que posiblemente sea una invención, una historia nueva muy distinta a lo que en realidad fue.
      Entonces, cuando nuestro pasado se basa en parte real y parte inventada, ¿Qué es mejor? ¿Dejar que nuestra memoria muera definitivamente?, ¿creer en una nueva historia imaginada? ¿Crear una nueva memoria?

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  3. Tal vez nuestras vivencias presentes también estén en parte imaginadas. ¿Cómo contar la percepción de nuestros besos, abrazos, caricias, silencios ..? Sólo el hecho es real.

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    1. Doña Maribel, gracias por su visita.
      Creo que el hecho es real justo cuando es, pero cuando ha sido, cuando ya no es, se convierte en recuerdo y el recuerdo no deja de ser una imaginación más o menos fehaciente o fidedigna.

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Muchas gracias por sus comentarios.