La primavera que no llega.
Todo desde este desamparo que es tu ausencia,
parece siempre gris y frío.
largas horas de largos días,
pasos perdidos en caminos sin dirección,
noches de brumas y lejanía,
desesperanza por el consuelo de la esperanza.
Viento detrás del inexpugnable muro de miedo
que devuelve los ecos nostálgicos de gritos
que pretenden tu boca y sus palabras
tus manos y sus caricias.
Todo sigue igual de quieto y frío:
La urticaria del sueño que me desvela,
la escarcha al amanecer que me consuela
Las viejas leyendas olvidadas
Y el horizonte perdido en la niebla.
¿Recuerdas aquella primavera?
Tu llevas aún bellas flores de juventud sobre el pecho
y en tu frente esta escrita la marca del mismo cielo
tan deslumbrante y claro como el mirar de tus ojos.
y en tu frente esta escrita la marca del mismo cielo
tan deslumbrante y claro como el mirar de tus ojos.
Aquí todo sigue igual de frío y quieto:
El muro de indiferencia que te
rodea
el ruiseñor de piedra que canta mi llanto
los matorrales y su sombra
el polvo del camino que me alimenta,
ese manto de miedo al olvido que me ahoga
el susurro del rezo que siempre te nombra,
plegaria a la diosa que quiero,
y el inviable deseo del que cada noche despierto.
¿Recuerdas aquella
primavera que vivimos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por sus comentarios.