miércoles, 26 de diciembre de 2012

Llorar solo es un capricho


Con la mirada tendida hacia el pasado
voy bajando esta escalera, 
los recuerdos llegan como angustiosos sueños.

En aquellos tiempos,
seducir a la utopía era fácil, 
rendirse, también.

A cada peldaño que desciendo,
se limitan todos los futuros posibles,
merman las facultades para cambiar.
Ya, seguir bajando a los infiernos,
es  la única meta a alcanzar.

Como equipaje solo me llevo los años perdidos, 
el afán por llegar al último aliento con  esta pesada carga de miseria, 
el dolor del arrepentimiento, 
y muchas lagrimas acumuladas por no haber llorado. 

Pero llorar solo era un capricho.



 
   

jueves, 20 de diciembre de 2012

VESANIA


Camino de noche, sin ver estrellas, ni oír ladridos,
Camino sin voluntad. 

La llama de la existencia se consume.
Como un juguete roto,
me detengo junto de una inmensa sombra,
(tal vez la mía),
allí me siento y comienza el baile de los pensamientos. 

Voy interrumpiendo un pensamiento con otro sin música ni baile.
Los acumulo y superpongo:
Todos vienen a la vez desde esta inagotable sombra de noche cerrada.
Son infinitos.

solo desaparecen al oír el nombre de mi querida locura 
entonces me levanto y  vuelvo a caminar.

Camino de noche, sin ver estrellas, ni oír ladridos,

Camino sin voluntad.




martes, 18 de diciembre de 2012

Ya cavé muy profundo mi agujero






Normalmente me adapto a las sugerencias del sillón
espero con paciencia que me seduzca su calor,
deshojo una margarita de resignación
y al final, como siempre, rindo ante Morfeo mi voluntad de ser.

Todavía no sé que misión se me encomendará hoy.
El sueño me transformará a su antojo.
Ocuparé mansamente cualquier lugar erróneo que me asigne
y desde allí comenzaré a vivir una historia que no es mía.

No hay que preocuparse, siempre regreso.
A veces con dientes de piraña
y sabor de un amor dulce
A veces mojado por una lluvia oscura

o torturado por la canción de un enterrador.

Al despertar una brumosa memoria,

vaga de nuevo sobre mí.
Respiro
mi nombre con un suspiro
y regreso al mundo de los vivos

Escucho latir de mi corazón
que suena como la canción del sepulturero:
  "Ya cave muy profundo este agujero,
en mi sangre fluye sueño
y esta fuerte lluvia oscura
y el olor tan dulce a magnolia sólo me tortura



 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Cuervo volando.




Disfrazado de hombre, me llevas de vuelta al lugar donde dejo de existir,
voy allí en busca de uno solo de tus besos,
voy al encuentro de esa estrella perdida en el infinito de tu cuerpo. 


Y al volver, el tren eterno del alba,
va arrastrando sus ruedas por el frío raíl del regreso,
mientras, escucho mansos lamentos, 
crujir de sentimientos, 
gemidos ahogados. 
Todo, al final, se va agotando por sosegados latidos de tiempo.
 
Nunca quise volver de ese lugar donde no existo,
nunca quise olvidar que estuve allí.


No quiero amanecer sin ser lo que fui.

Cuervo volando.