jueves, 13 de diciembre de 2018

Cosas importantes.



Algunas cosas son tan importantes

como los arcones y su olor a naftalina,
como las menudencias que guardan, 
y el secreto con el que las convierten en recuerdos.

Tan importantes como esos días destripados, entre risas y resacas,

como los sueños que soñamos y esos otros que vivimos.
cosas trascendentales, 
como la sombra de la higuera que plantamos,
como tus cajones que se vaciaron con las prisas del rencor,
o el rechinar de las maderas
simulando pisadas que aún te viven.
como los cuadros que nos miraron,
y la bandeja de los turrones,
de todas las navidades.

No me olvido de añadir al inventario,

esa luz que se cuela por las  persianas,
el murmullo de la brisa,
bajo la sombra del aliso, a la orilla de nuestro río.

Las nubes bajas, que sin querer,  forjaron la niebla

donde perdimos el norte.
La lluvia fina que no importa
y los charcos que pisotee,
ante la alegre reprensión de tu sonrisa.

Las avellanas, el vino blanco o rosado,
el té de por la tarde, el de por la noche
y los bombones de chocolate.

También, la luna, aunque a veces se esconda.
Las caricias que nos roba el perro en los descuidos.
El jardín que no supe cuidar
para que nos diera flores en primavera.
y esas otras cosas importantes
que sin querer se me han olvidado.





sábado, 8 de diciembre de 2018

¿Cuándo empieza?


Empieza cuando se acaban las palabras
y se habla con las miradas,
cuando se da la vuelta a la esquina de la vida
y se aguarda a los únicos pasos que siempre regresan.
Cuando el cuerpo ya no nos protege del desastre.
Cuando nada hace falta, pero nada sobra,
ni tampoco la vejez, que es una montaña de recuerdos.
Empieza cuando se gasta lo que es demasiado eterno,
cuando caer se convierte en costumbre.
y las bocas pueden morder en cualquier parte.
Cuando la luz es tamizada y caliente,
cuando estar solo es disfrazarse de muerto
y las soledades son siempre irremediables.
Pero cuando más comienza
es detrás de los finales,
cuando ya creemos morir.


sábado, 1 de diciembre de 2018

Anatomía de lo vivido.




Alegra el corazón haber vivido,
y no importa del todo que el pasado
no sea ya más que pasado.
Si nos quemó la vida, la llama del vivir.
su herida es una huella hecha de orgullo
y de melancolía.
Vivimos una vez, como nadie (ni siquiera
nosotros mismos) vivirá de nuevo.

Este desvalimiento, que trae la tristeza
da sentido de infinito pasado a lo pasado,
esta es nuestra condición;
Una misteriosa ley que, a nuestro pesar,
ha de cumplirse.

Es el precio de la vida.
¿y cuál es el precio de la vida?
(seguir viviendo aunque sepamos
que la parte mejor ya fue vivida).
Pero cuando solo nos queda dignidad en el pasado
y admitimos que se pagó el precio justo,
se alegra el corazón de haber vivido
al saberse brasa de la llama
por la que ardió la vida en el tiempo.
Y ahora sabe,
al fin, aunque el miedo lo consuma,
que seguirá aguardando.








lunes, 26 de noviembre de 2018

Otoño



¿Y cómo podré contar que ya llegó el otoño
desde esta ciega añoranza por compartir tan hermoso deseo,
cuando la lluvia que me moja
se convierte en recuerdos, promesas y hojas caídas?

¿Qué color tendrá el sabor de la vieja alegría
del parque alfombrado de hojas perdidas,
si la soledad en su venganza me aparta de ti
y no queda mas que aguardar en la parada de la Espera?

Sólo sé que ya es otoño,
que el recuerdo me empuja al esos bosques que paseamos,
al perfume de la vieja chopera y de los álamos,
a la lluvia amarilla que inundó las calles
y los parques de hojas que fueron cedidas a la belleza

Sólo sé que estás lejos
y de nada servirán las flores
que ahora prepara la tierra
para colmar con ellas la primavera.

Ya sabes que en otoño,
además de los árboles mojados,
además de la tierra saturada con colores ocres,
por detrás de las noches sin luna,
de las hojas pisadas,
por encima de lo que soy,
con más prisa que el tiempo que escapa,
más cerca de la luz y del suelo,
estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como estos amarillos del otoño,
ante el murmullo del aire.

Y cuando la piel se me apague,
cuando la vida se abrace con la muerte
y nuestras fotografías sean serias,
como las de nuestros padres,
después que mi recuerdo sea lluvia de otoño,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.




jueves, 22 de noviembre de 2018

Recuerdo perdido




Todas las estrellas arden para nada,
iluminan lunas muertas que surcan el vacío,
y es este cielo quien vigila nuestro insomnio.
Aquí abajo, en la piel del mundo
vive la vida, un ser llamado Recuerdo,
su huésped más terrible.

Camino por sendas de hojas muertas
donde el aire y la luz guardan cuentos de colores
que han viajado por todo el universo
hasta hallar este hermoso bosque
donde ahora viven.

Sé que compartir la belleza que ahora admiro,
es lo único que la hará bella;
porque recordarla con exactitud
no será posible nunca más.

Escucharé lo que no oí,
veré lo que no vi,
daré lo que no di.

Hojas caídas, sonidos, luces,
jardines o libros.

Ya recuerdo lugares donde no estuve
y cosas que jamás hice.

Nunca entenderé el miserable consuelo
de amoldar la memoria;
para recordar jardines falsos,
días en los que me amaron
libros que no leí.



viernes, 2 de noviembre de 2018

Azul




El color azul es una caída sin fin,
un abrupto precipitarse hacia el fondo de los poemas
que llevan a ese lugar secreto,
donde las lunas alumbran pasiones,
las olas de los mares, arrullan sueños,
ramas desnudas, acarician lunas y estrellas
y el aire alude a los susurros mas bellos.

El color azul,
es como tú.




miércoles, 24 de octubre de 2018

Llamaba a su puerta


Llamaba suavemente,
llamaba a la puerta donde viven las esperanzas.
Tañido crudo de campana.
Latido de corazón dolido.

A este lado,
un espectro queriendo entrar,
y girando en la noria de su voz
tres palabras inútiles:
"siempre, te amaré, siempre..."

Al otro lado,
una incesante lluvia de deseos,
y el inapelable sonido de su ausencia
escavando el pozo de la indiferencia
donde se entierran los sueños.

¿Una brisa pasajera
o una respiración?

Ruge el deseo contenido
en esa espera mortuoria,
mientras sigue girando la noria
y pasa el aire del suspiro retenido.

Un rayo de sol en el último peldaño
consuela a un ramo con cuatro flores,
Que se olvidó un duende con su desengaño.
y alli  mismo se marchitan,
esparciendo debilmente sus olores.










lunes, 22 de octubre de 2018

Miles de expectativas.


Cuando te abrazo,
soy una inmensa multitud
escuchando la penumbra de los robles,
los murmullos de la lumbre,
el rumor del río
y el silencio de tu pañuelo dormido
sin secar lágrimas amargas
ni agitarse en el aire diciendo adiós.



viernes, 19 de octubre de 2018

Cuentos para contar la vida



Siento la lagrima despuntar,
como un vértigo insondable de angustia,
al escuchar en la replica de lo que digo,
un huidizo fulgor de lo que pienso.

No se contar aquel cuento 
en que la eternidad del amor
es lo que se parece más a la vida.

Trato de describir esa transparencia
en que tu mano ausente reposa,
y la caricia que aun perdura.

Los matices de tus furtivas miradas
presentidas en el reflejo de cualquier espejo
que miraron tus ojos.

El olor a estrellas y lunas,
a lluvia y a hierba recién cortada
que guardo preso para siempre
por el único delito de pertenecerte.


No se contar estos cuentos,
que explican la levedad de la vida,
y lo poco que dura la eternidad del amor.




domingo, 7 de octubre de 2018

Quedará lo que guardaste.



Desde que dictaminaron el final,
todo ha sido frígidamente raro,
algunas veces tímidamente gris,
otras heladamente hiriente.

Sé que en el estertor de la agonía
quedaran mis ojos abiertos,
mirando a un vacío definitivo.

Una mirada perdida en el infinito,
igual que se perderán otras miradas
en cajones que quedarán vacíos,
en pasillos sin rumor de estos pasos,
en perfumes que ya nunca olerán igual.

Mis labios resecos,
inertes,
fríos,
quedarán prendidos 
de manera tan vehemente como estéril,
en un solo nombre.

Mis manos abiertas
esperarán recibir en una caricia
un poco de su calor,
tal vez, una indulgente compasión.

No habrá nota de despedida,
solo quedarán frases sueltas, 
palabras escritas o dichas aisladamente,
no inventadas por mi ni por nadie.
palabras que me gustaron. 

El azar hará que encuentres la belleza 
y la poesía que en ellas se esconde.

Se quemará la última mañana 
de mi ocaso,
aparecerá la neblina que todo lo borra
y en ella quedará oculto
también este armario vacío donde ya me guardan.



miércoles, 15 de agosto de 2018

Un hombre cualquiera.



A un hombre cualquiera, le pesa la vida cuando atardece dentro.
Normalmente, no lo dice porque le pesa tanto, recordar como vivir.
Hace ya demasiado tiempo, una niña, que después se hizo mujer, le llenó la mirada de sol y también de lluvia.
Desde la distancia, crecieron sus hijos y los vio alejarse uno a uno cuando ya hubieron cavado el pozo de donde brota su olvido.
Olvido que se cubrirá de polvo como las fotos viejas.
Un hombre cualquiera, se hace viejo en otoño y otra tarde cualquiera, se aleja en silencio, sin que a nadie le importe.


jueves, 9 de agosto de 2018

¿Aun recuerdas la primavera?






La primavera que no llega.

Todo desde este desamparo que es tu ausencia,
parece siempre gris y frío.
largas horas de largos días,
pasos perdidos en caminos sin dirección,
noches de brumas y lejanía,
desesperanza por el consuelo de la esperanza.

Viento detrás del inexpugnable muro de miedo
que devuelve los ecos nostálgicos de gritos
que  pretenden tu boca y sus palabras
tus manos y sus caricias.

Todo sigue igual de quieto y frío:

La urticaria del sueño que me desvela,
la escarcha al amanecer que me consuela
Las viejas leyendas olvidadas
Y el horizonte perdido en la niebla.

¿Recuerdas aquella primavera? 
Tu llevas aún bellas flores de juventud sobre el pecho
y en tu frente esta escrita la marca del mismo cielo
tan deslumbrante y claro como el mirar de tus ojos.

Aquí todo sigue igual de frío y quieto:

El muro de indiferencia que te rodea 
el ruiseñor de piedra que canta mi llanto
los matorrales y su sombra
el polvo del camino que me alimenta,
ese manto de miedo al olvido que me ahoga
el susurro del rezo que siempre te nombra,
plegaria a la diosa que quiero,
y el inviable deseo del que cada noche despierto.

¿Recuerdas aquella primavera que vivimos?





domingo, 22 de julio de 2018

Tiempos y lugares.




Si hay algo que esta vida enseña, es que por estos mataderos uno no pasa solo para mirar. Aquí hemos venido todos a morir.
-A la vida no hay que buscarle otra razón -creo-.
Desde que sé esto, estoy aprendiendo a mirar al cielo y ver la plenitud de su azul, a soñar con la simpleza de tender mi espalda en el suelo, a bailar al compás de las olas del mar, y a que todo lo demás me  importe un bledo.
-Qué más da, si todo da lo mismo - me digo-

Cada instante me paro a observar  como el tiempo pasado se marcha a la deriva hacia no se que lugares.
Las horas pasan despacio,  y a mi me gusta ver que el tiempo me va sobrepasando, y yo sigo ensimismado, mirando como crecen las flores de entre las hierbas. Es con este arma de quietud y tedio, con la que lucho contra el reloj que, a veces. me ahoga en la ansiedad. Es una manera  de intentar derrotar al enemigo que llevo dentro.
Cuando venzo, solo quiero bailar, apurando este ratito de vida que queda hasta el siguiente amanecer, por si acaso nunca mas hubiera otro.

La vida también enseña que es difícil volver y hay veces que no se vuelve nunca a ningún sitio, que uno siempre está en un viaje con destinos en lugares conocidos con gentes conocida y al mismo tiempo tan cambiados, que resultan extraños. Ni siquiera de la pesadilla se regresa al sueño y hasta lo soñado también queda perdido.
-Rendirse cuando todo está perdido no tiene sentido -pienso-

Sin embargo, en cada viaje tengo miedo, mucho miedo, de no encontrar ojos en ningún lugar que miren por las ventanas los días de invierno, por si acaso vuelvo del infierno en busca de algún consuelo.





miércoles, 18 de julio de 2018

Pronto para la amnesia.




El ángel de la muerte 
piensa mucho en mí,
bate sus alas levantando el polvo
con el que escribí su nombre.

Le gusta verme  saltando las llamas de la hoguera
o nadando contracorriente mar adentro.

-       ¡Lánzate al agua otra vez!,
-       ¡Tírate al fuego y te quemará San Juan!.

El ángel de la muerte 
se te ha llevado el corazón.

El tiempo resbala por el hielo del tiempo,
poco importa nada,
la amnesia siempre es temprana,
cuando es la memoria
lo único que queda por conservar.

Mi querido ángel
guárdate en la fría herencia del mármol.
y deja escondida esa extraña rosa de piedra
que esparce su dulce aroma
detrás de los espejos que yo miro.

Aun es pronto para la amnesia.






viernes, 13 de julio de 2018

Aroma a cielo.



Su perfume en la brisa,
cantó como canta la alondra
para hacer presente su vuelo.

Impregnó el aire y la luz del cielo
con dibujos de flores, lunas y versos.

(Solo fue la fría voz del viento
que pasó por unos labios entreabiertos).

Como la alondra, no supo nunca, 
de esta dulzura derramada 
desde la inhóspita soledad,  
ni del camino que queda vacío 
sin dirección ni sentido.

Su fragancia, con olor a sueños nuevos,
viene en las noches de duelo,
donde solo quedan los ecos
del aroma perdido de unas rosas secas,
y los murmullos más dulces de los últimos besos.





domingo, 8 de julio de 2018

Tristeza de bello rostro



El tiempo es el ladrón
que se llevó el rojo de la rosa blanca,
y de entre lo que siempre guardé,
se llevo los más añorados deseos.

Se marchó con las miradas y las palabras,
con el amor que vela lo que yo amo,
con un hombre libre
y otro hombre cautivo, que eran el mismo.

Se fue con las ganas que guardaba para envolverte
y el deseo tatuado en el árbol para no perderte.

Con ese espejo escondido entre los espejos rotos,
con la luna que guardé entre todas las lunas,
con la última primavera, el último frío,
la última lucha.

Se marchó con el sigilo de un gato
por la puerta que se abre
hacia mi mismo.
con un rostro de gato
igual a todos los rostros de gato
que al final se olvidan.

Huyó satisfecho,
con su armadura de orgullo, más peligrosa que un arma,
y el bello rostro de la tristeza.





miércoles, 27 de junio de 2018

Insalvable de mi mismo



Lejos de todos los que quise, solo quedan fantasmas que habitan este mundo que ahora es nuevo.
Fantasmas del recuerdo, espíritus que cierran sus puertas cuando llamas.
Entonces, el insomnio se adueña de la noche, y el pensamiento se llena de angustias. Los pozos son mas profundos y la vida pierde su rumbo.
Todo se convierte en una inmensa Nada. Una Nada que se expande cada segundo y solo se puede habitar en un lugar en donde el tiempo no pasa y el reloj, se recrea en la tortura de permanecer parado en el limbo de una cama donde nunca se duerme y nunca amanece.
El sol se marcho con todas sus estrellas.Dijeron que no volverían. Desde entonces, la vida consiste en espantar el miedo de seguir despierto en este mundo sin luz, y de vez en cuando volver lo ojos a unas ventana que siempre están cerradas.

No queda mas que soportar esta oscuridad y este frío que provoca el tedio hasta que llegue el día en que me convierta en hielo,  el día en que la dulzura de estas noches de insomnio y esta infinita soledad también desaparezcan y ya no tenga nada que me pertenezca.
Mientras tanto, paseo por zonas de increíble dolor que he de transitar cada segundo. Un dolor al que el alma no se acostumbra, porque es más que dolor.
Solo conservo un último consuelo:
Un frasquito de cristal, que guarda la esencia de la alegría y de vez en cuando respiro su perfume para recordar el olor de la felicidad compartida, la suavidad de las caricias improvisadas, el aroma del susurro cómplice, y de todo lo mejor que hicimos aunque ya casi no sea cosa nuestra.

Hoy dejaré de escribir lamentos para desprenderme de ellos.
Sufrir esta condena es ya mi único mérito.



viernes, 15 de junio de 2018

Espejos.




      Esta noche he visto los espejos más hondos y oscuros, donde se refleja la verdad como si lo hiciera en el pozo mas abismal.

     Espejos nítidos, claros, igual de insondables que el propio universo, pero en los que el más pequeño detalle resalta como si se tratara de sueños en
 la noche, como si fuera una embriaguez o tal vez como una despistada locura.

     Espejos que tienen la cruel serenidad de la conciencia.

     Espejos mansos, tranquilos, ante los cuales el hombre abatido puede contar todas sus derrotas y la mujer herida todas sus venganzas.


     Cristales lúcidos y diáfanos, en cuya hondura se reflejan las frentes pálidas, mejillas descarnadas y ojos verticales como abismos, de todos aquellos a los que quisimos.


     Espejos llenos de reproches y de remordimientos, cuyos cristales se empañan de lamentos como lunas veladas, bajo el vaho de la fría respiración de los infelices.





viernes, 8 de junio de 2018

Pétalos marchitos.



No veré otra vez el hermoso poema
que escribiern tus ojos al mirarme.
Se me olvidará marcar los días y las noches
en el calendario de tus ausencias
dormiré con la falsa luna encendida 
para que la soledad no venga a buscarme.

Todo es lo que parece cuando nada existe.
Como el recuerdo de lo que ya no es,
como ese lugar perdido entre el deseo y lo imposible
como esa mirada de la que no consigo desclavarme.

Puerta, tras puerta,
todas cerradas,
espejo tras espejo,
todos rotos.
solo queda ya la quietud de esperar,
y la linea recta donde se pierde lo que busco

Sin saber caminar si no es hacia esa mirada,
por el camino de pétalos marchitos de mi mismo.



sábado, 26 de mayo de 2018

Como se miran entre si las cosas.


Cada vez me sorprende más la singular manera en que los enigmas se nos muestran claros y diáfanos cuando son comprendidos.

La trascendencia de los pasos que se acercan y al mismo tiempo que se alejan, la duración relativa de un segundo que puede ser a la vez tan eterno como efímero. La relevancia de una gota de agua tan definitiva para la planta en el desierto como insolvente para el alga marina.

El borde entre dos sucesos. Aquello que limita el presente y pasado o la frontera entre presente y futuro. Todo se va procesando poco a poco, como el escultor cincela y encuentra la escultura escondida en la roca.

Observo como se miran entre si las cosas; las puertas enfrentadas, las rocas y el mar, los árboles y la hierba, las nubes y las montañas.
Veo la tensión que limita el umbral entre lo que entiendo y lo que no soy capaz de comprender.

No es posible que exista un devenir exclusivo, nada está completamente aislado. No hay nada propio, solo somos como la simpleza del sonido de unos pasos que para unos vienen y para otros se van. Una conciencia acumulada, un pasado excesivo.

Una vez comprendido esto, sé que, realmente, no soy yo, ninguno somos nosotros. Solo seremos cuando aprendamos a mirar como se miran entre si las cosas.

Caigo rendido ante esta forma en que algo convierte su compleja dificultad en fácil y comprensible una vez entendida la naturaleza de su estructura.

Lo sustancial de las cosas, de los seres,o de los acontecimientos, se reduce a una irrelevante trasformación, a un lenguaje inmaterial y atemporal que modela la existencia del Todo.

Somos seres exteriores llenos de interiores, que salimos al umbral de nuestra existencia a intentar resolver un diminuto enigma o misterio que es la trascendencia del peor secreto que ocultamos en la penumbra del anhelo.


sábado, 19 de mayo de 2018

Hablo de ti.



Hay una imagen escondida en los espejos, 
un reflejo que nunca nos muestran,
hasta que les hemos dado la espalda.

Una imagen de todas las contradicciones
que se convirtieron en condiciones.

Imagen llena de propuestas locas,
con más solvencia que la propia razón.

Entre todo lo lógico:
el amor, y la imposibilidad de su definición;
el resplandor de la luna en esos charcos 
que se acaban helando por la noche;
la estela amarilla, que dejan las hojas 
a las que el otoño vence;
lo racional del murmullo de las olas
y todos esos sonidos que me embelesan
sin decir nada;
los espejos que te esconden.

Cuando hablo de todo eso, 
es porque todo eso, habla de ti,
y de lo que es tan difícil hablar. 

Así hablo de ti






jueves, 17 de mayo de 2018

Polvo de luna rota





Luna rota
caída del mismo universo.


Lunas nuevas invisibles para siempre,
lunas llenas y a trozos
que abarrotan mi pecho.

Lunas que lo 
fueron todo 
aunque solo era una

A dónde se fue?
Qué viento de cuarenta años borró su
brillo de mis ojos?


A dónde iré a buscar
el calor que le falta a las noches,
la lluvia tibia que nunca moja demasiado,
la cintura que me pasea?


Se rompió la luna en pedazos,
y casi duró todos mis años.


domingo, 13 de mayo de 2018

Lo fácil es perder.


En el perfil de una sombra,
la luna escondió su alegría,
pero no me enteré,
tampoco me di cuenta
cuando se agostó la higuera,
y cayeron sus brotes verdes,
no supe discernir
a que hora se acabó la primavera.

Nunca entendí ninguna de las cuatro reglas,
ni me interesaron las advertencias.

Me quedé a vivir en un decorado,
con todo el vestuario prestado,
guarde el reflejo de la luna en un charco.
y se desvaneció cuando solo quedó barro.

Se acabó la función de las risas y los llantos
El único As que guardé en la manga,
se me olvidó sacarlo,
y hasta mi vanidad se marchó por donde vino,
como perro callejero, en busca de nuevo amo.

¡Cuánto quise querer!
¡Cuánto que me quisieran!

No queda nada,
ni luna, ni charco,
ni perro, ni barro

¡Todo lo dejé perder!








miércoles, 9 de mayo de 2018

Todo es vida.


Granos de arena. 
(No remuevas mas la arena).
Travesía del polvo.
(No levantes más polvo).

Océano de lágrimas rendido a la distancia.
(No lances más suspiros),
bocanadas espesas de tiempo que sofoca
la llama encendida,

(no escuches más lamentos).

La memoria ya es sólo el refugio
de una lagrima que cae al mar.

La vida una historia vieja
para que el tiempo reconozca 
que sangre, arena, llanto, grito o verso
todo es vida.



viernes, 4 de mayo de 2018

Demasiado tiempo



Pasaron las tentaciones,
las ganas y la ambición.
Se fueron yendo, las emociones,
la vitalidad de las risas
y el espanto de los miedos.
También pasaron de largo la alegría,
el entusiasmo y la pasion.
Se fueron acabando todas las oportunidades,
por último desaparecieron, los lamentos y los llantos.

Ahora, todo flota en el mar de una indiferencia que ni siquiera amarga.
en este estado de insomnio, ya nunca pasa nada.
Quedó un mundo lleno de una apatía de formas redondeadas
sin un contorno determinado, con una aureola difusa.

Una vida repleta de un indolente desinterés,
sin otro ritmo que el de un corazón cansado y roto,
que orienta sus pasos hacia el mundo del retiro o del abandono,
donde todo se reduce a dejar que pasen,
los últimos años que queden por pasar.

viernes, 27 de abril de 2018

Luces fugaces.





Ráfagas de un pasado intenso,
de luces póstumas,
fulgor de ocaso.
Espacio entre recuerdos
Tiempo parsimonioso y lento
como un rezo.

Momentos de horizontes difusos,
y colores apagados,
lugares donde la desdicha,
implora clemencia a lo divino
y lascivia a lo humano.

Eterna memoria
de cada instante
y su destino.

Tiempo mal vivido
tiempo perdido.








miércoles, 25 de abril de 2018

Dura la luna






Durísima y lejana la luna,
no oye lo que le cuento 
ya no quiere volver 
a escuchar mis historias.

Embellezco los cuentos,
los adapto,
Alargó lo poco que ha pasado:

sin vencer,
ni perder,
cuentos para sobrevivir soñando.

Como sueño aquí,

que cada noche,
 la luna asoma, 
llena y sorda 

al otro lado del teléfono....

Ella solo dejó una hebra de ilusión
pintada con luz de plata en el mar.

Mil cosas digo.

De espuma, de nubes y de luz estas hecha,

de luna y de sueño.





jueves, 19 de abril de 2018

Péndulo




Un péndulo de sentimiento,
instrumento de todas las melodías
y cantos tristes o alegres
que cualquier Foucault puede cantar

Momentos en que las nubes 
respiran aire sucio
para ser mas grises.

Donde una escalera baja 
por otra escalera
que lleva a un lugar tan excesivo
como la imagen reflejada 
de un espejo en otro espejo.

La necesidad se convierte en cruz
de igual descripción que la lágrima
amarga como la sangre de tu sangre
que se marchó por el desagüe.

Se columpia en la lengua
el único recuerdo piadoso 
de una desmemoria
que no sabe como olvidar.

En esta noche un cordero perdido
en los montes que te guardan
me persigue
y me cuenta:
uno, dos, tres, cuatro.....

¡Cuenta otra vez de mi!
¡Cuéntame otra vez!
que aquí nadie duerme tranquilo.

Carne de mi carne,
viejo sombrero de paja
que se convirtió en espinas
estrellas, luna
viento y polvo de porcelana.






domingo, 15 de abril de 2018

Vieja tristeza



He vuelto, sin querer,
a esa vieja tristeza,
que como el tiempo vuela.

Vuela desde esta mañana implacable
al escándalo del grajo,
al frío que arde en las entrañas,
a la ausencia más querida,
al duelo mas costoso.

mas triste que este vaso vacío
mas triste que este espejo sin rostro
mas triste que este teléfono que nunca suena,

peor que el silencio del olvido
peor que este sol que abrasa
peor que este rescoldo que se apaga.
peor que fingir alegría sin fundamento.

Solo  hay una razón
porque más no quiero que la haya:
Una estrella a la que apunta mi dedo,
como regalo del loco.

Solo esa luz queda en el horizonte.
el resto,
todo es infierno.




domingo, 8 de abril de 2018

Vacío


Las nubes del cielo confesaron:
fueron ellas y los vientos
culpables de mis penas.

Se llevaron mis hojas de árbol caídas,
las impolutas hojas en blanco 
y las que estaban escritas.

Se llevaron las palabras y los versos,
me ataron al nudo de la tristeza
y se fueron.

Al atardecer se hizo el olvido
y quedó una mirada perdida en el mar,
sin memoria ni suspiros.

Hacia el mar la mirada,
atardeciendo
en la serenidad
que me ha hechizado
el mar sin espuma de olas.

Nada que no venga,
nada que no se marche:

el cariño de la brisa,
el destello de las olas,
una frente desnuda
apoyada en el sentimiento
de un cristal



viernes, 6 de abril de 2018

El camino de vuelta.






Aun con los ojos cerrados,
consigo ver por cualquier ventana abierta.

El té humea en la taza,

un vacío caliente quedó en las sábanas.


Te cruzas a tientas,
 y sin darte cuenta me rozas, 
o me acaricias.



No sabes
que estoy siempre a tu lado,
ignoras
que existe una ventana,
y una puerta abierta
por donde siempre regresas
desde el camino de mi sueño.