Tan solo un saludo, simplemente levanto la mano desde lejos y hago una pequeña mueca de aprobación. Sigo siendo demasiado tímido. He dejado la puerta abierta y me fascina que alguien entre a husmear a casa, me irrita el atrevimiento, sin embargo esto es público y si lo puse o expuse aquí no es sino para vencer mi terca soledad interior. Sea pues. Se bienvenido.
sábado, 6 de noviembre de 2010
No seré nunca capaz de apagar este destello de deseo.
Tristes lazos de luz rebelde
escondida tras los ojos de quien ya no ve.
Los días se fueron como soldados sin ánimo de
vencer y sin animo de volver.
Los esclavos pudientes con todo su dinero
entornaban los ojos viendo el sin fin de horas perdidas
mirando las oportunidades pasadas
la simpleza del junco mecido por el viento
la destreza del agua sorteando las peñas
o aquel vivido resplandor de luz robada
En el espejo de tus ojos.
Los cánticos de las alondras y las cortinas de las auroras
las cosas nunca vistas ni soñadas,
los secretos nunca sabidos, los gritos que nadie escuchó.
Atrás lo dejaron todo y se convirtieron en esclavos
Esclavos de nada dueños de todo.
Ahí yacen las cruces de sus tumbas esperando ser hizadas
y las fosas abiertas esperan ser cerradas.
¿Dónde dejaron de ser libres los hombres?.
Hay un lugar en el mundo que nadie conoce,
una umbría caliente y húmeda donde la brisa mece las hierbas
donde lo azul predomina sobre el resto,
donde los oídos no contaminan las melodías
donde los ojos ven lo que quieren ver,
donde el corazón se detiene cada Segundo.
Un lugar en el que la luz rebelde se deja ver en las sombras
donde se secan las lagrimas , las dulces y las amargas.
Un lugar en una memoria, en un recuerdo que no es el mío
Pero que me hace pensarlo y tener la absoluta esperanza de no encontrarlo.
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